miércoles, julio 16, 2008

Crítica irreverente a El Manifiesto comunista de K. Marx y F. Engels

Una lectura recomendada, reveladora y crucial, aunque mejor sin dogmatismos ni preconcepciones (cosa difícil). Mucho queda en el tintero, espero que los comentarios lo mejoren y aporten nuevas reflexiones.

¡Unos fantasmas recorren Europa... los fantasmas de los comunistas !

La cosa está muy mala, hijo mío.

S. XIX. Condiciones de trabajo insalubres, largas jornadas laborales, hombres, mujeres y niños al servicio exclusivo de las fábricas. Míseros sueldos que sólo permiten subsistir para poder seguir trabajando. Mientras, la burguesía, los nuevos amos surgidos del comercio de las primeras ciudades de la Edad Media, se alían para defender sus intereses frente a la aristocracia, aún con cierto poder en Europa. La burguesía expande el comercio y aumenta sus beneficios internacionalizando los productos. Los trabajadores sólo tienen una cosa que les pertenezca: su prole. Son proletarios por encima de todo, nada mejor que eso les caracteriza. Pero ellos también comienzan a organizarse para defender lo que consideran sus derechos: básicamente, mejores condiciones de trabajo.

Con todo, hay una idea que ronda por ahí, un concepto, una casi-realidad que ha ido recorriendo los países europeos como un fantasma: el comunismo, un movimiento político/filosófico/revolucionario que va más allá de una simple mejora local de los trabajadores...

¡Hazte comunista!: la Revolución es guay

El comunismo no sólo pretende -como hacen otros- mejorar las condiciones del trabajador. Lo que busca es la eliminación de las propias clases proletaria y burguesa, que son antagónicas y se encuentran en lucha de intereses. Y en este momento histórico la única capaz de llevarlo a cabo es la clase mayoritaria y sometida: el proletariado. Porque cuanto más se engrosa el capital burgués, mejores son las condiciones sociales para que el proletariado se organize y reaccione. Sólo mediante una acción violenta se puede abolir este sistema, el capitalismo, de modo que sean los trabajadores, organizados políticamente, los que controlen los medios de producción. Esta fase de socialización (socialismo) se caracterizaría por un sometimiento de la clase burguesa. Más tarde, cuando ya se hubiera abolido cualquier antagonismo de clase, se habrá llegado al ideal comunista. (¿Una especie de estado dionisíaco, a lo Nietzsche?)

Lo que no se reflexiona aquí es si es viable la existencia de una gran masa social organizada políticamente con un objetivo común. (Si habeis estado en alguna reunión de vecinos, entendereis por dónde voy). Porque, si no es viable, ¿de qué serviría montar todo este sarao?

Tampoco se apunta si el sistema debe ser asambleario, jerarquizado, en forma de red, de estrella (roja) o a dedo (este es del que tenemos más experiencia). Marx y Engels no entran en el tema y de hecho dejan claro que cada país debe hallar su propio sistema debido a sus características particulares. Pero, ¿y después?, ¿cómo lo internacionalizamos?. Abolida la injusta ley de oferta/demanda burguesa, ¿quién decidirá cuánto vale entonces el trabajo?, ¿la cúpula del partido comunista?, ¿un dirigente puesto a dedo por la vanguardia intelectual bolchevique?

Ah! se me olvidaba: la HISTORIA -con mayúsculas y negrita- está por encima de esos detalles sin importancia y seguro que viene en nuestra ayuda.

Pero, ¿qué no es el comunismo?

Algunas acusaciones de la burguesía sobre el comunismo, ante las que el Manifiesto responde:

1. El comunismo busca la abolición de la propiedad. Sí, pero la abolición de la propiedad... burguesa. El capital no es una propiedad que pertenezca a la burguesía sino un producto social. Luego, su abolición es una redistribución de algo que nunca fue realmente propiedad de nadie.

2. El comunismo busca la abolición de la individualidad y de la libertad. Sí, pero la abolición de la libertad e individualidad... burguesas. Abolir la libertad de libre comercio a costa de la explotación del proletariado.

3. El comunismo quiere abolir a la familia. Lo que quiere es abolir la explotación de los hijos por los padres y cambiar el carácter capitalista de la educación de la clase dominante.

4. El comunismo quiere abolir a la patria. Los trabajadores no tienen patria, pues comparten iguales intereses de clase con sus vecinos. "Abolid la explotación del hombre por el hombre y abolireis la explotación de una nación por otra".

5. El comunismo quiere abolir verdades eternas: la religión, la moral, la justicia... La conciencia social de todos los períodos de la historia es similar pues comparte el fenómeno de lucha de clases, así que hay ideas que parecen eternas pero que dejarán de serlo cuando se acaben todos los antagonismos de clase.

Necesidad e Inevitabilidad del Comunismo

El carácter necesario del comunismo se va destilando sutil pero incipientemente a lo largo de El Manifiesto.

El comunismo es una consecuencia necesaria del antagonismo burguesía/proletariado. La Historia nos ha traído hasta aquí siguiendo la lógica de la lucha de clases. Pero ¡arriba los corazones, camaradas, porque hay final Made in Hollywood!: surgirá una asociación donde el libre desarrollo de cada uno será la condición para el libre desarrollo de todos. ¿No recuerda al final feliz del Espíritu -o del estado prusiano- predicho por Hegel?

La Inevitabilidad de todo este proceso resulta evidente en frases como: La burguesía produce, sobre todo, sus propios sepultureros. Su decadencia y la victoria del proletariado son igualmente inevitables. Pero, entonces, ¿nos sentamos a esperar?, ¿el destino está de nuestro lado?

Parece que aunque no militemos en el movimiento comunista, inevitablemente otros lo harán y al final el éxito estará asegurado. La Historia es como una máquina bien engrasada que pasa por encima del hombre y de sus caprichos azarosos, nos va pasando de nivel mediante revoluciones, pantalla tras pantalla hasta el Game Over. Es una pena que más de un siglo después de esta visión ni siquiera vislumbremos ese final feliz Universal. De todos modos, parece que Marx suavizó posteriormente esta visión mesiánica del comunismo, sutileza que no todos los comunistas han entendido.

Materialismo histórico... ¿lo qué?

Las ideas, los conceptos, la intelectualidad a lo largo de la Historia sólo pueden entenderse supeditados a las condiciones de vida de los que las tuvieron. La verdad es que a Platón se le fue bastante la olla con eso de que las ideas son eternas y simplemente las vamos recordando desde nuestro mundo imperfecto de apariencias. Ni mucho menos: toda la producción intelectual se transforma con la producción material. He aquí la frase que podría resumir el carácter materialista de Marx. Evidentemente, la necesidad de una descripción de lucha de clases para explicar la Historia sólo es posible si admitimos que hay algo real/físico/tangible que condiciona aquello que pensamos.

El proletario piensa como proletario (sobretodo cuando toma conciencia de que lo es, conciencia de clase) y el burgués, por vivir y relacionarse en la sociedad del modo concreto como lo hace, pensará y verá el mundo como burgués. Ambas visiones son antagónicas; ambos defenderán intereses enfrentados.

Así que la lucha tiene una raíz en lo material (las condiciones de vida) y se da a lo largo de la historia forjándola y alimentándose retroactivamente de ella (dialécticamente) a base de revoluciones. De ahí el llamado materialismo histórico (también dialéctico).

Sobre el individualismo

Pero, ¿quiere esto decir que todos los proletarios piensan de la misma manera y todos los burgueses de otra?, ¿dónde queda la individualidad?

Considero que la descripción que da el manifiesto del mundo es una visión sociológica sobre cómo se mueven grandes masas de población en función de sus relaciones económicas. La individualidad no ha desaparecido, hay que buscarla a pequeña escala.

Por eso es tan patético escuchar al típico pseudo-comunista criticar de un modo "personal" a un empresario desconocido con frases como "te está robando para hacerse un chalet en la sierra, sólo busca su beneficio"... Creo que Marx no aprobaría esa personificación de la cuestión. Es el sistema capitalista -alimentado tanto por ese jefe como por el propio trabajador que lo critica- el que está "robando" de un sitio para ponerlo en otro. Y si pudiéramos evitar el contenido moral de robar como algo necesariamente malo, mejor todavía. Puede que ese jefe sea más buena persona que Santa Teresa de Jesús, y puede que el trabajador explotado sea un ser despreciable. Aunque esto no invalida lo contrario, es sólo a gran escala donde cobra sentido la descripción comunista, sin personalismos.

Porque sino, todo este debate es análogo a las generalizaciones sexuales. tan odiadas por muchos. Imaginemos que decimos "los hombres tienen más visión espacial y las mujeres más capacidad comunicativa". Esta visión global de ambos sexos es útil para explicar ciertos parámetros históricos, evolutivos y biológicos pero siempre como masa social, en cambio, si individualizamos sistemáticamente hombre por hombre y mujer por mujer, caeremos de nuevo en contradicciones y discusiones absurdas.

Apunte final

A pesar de la ingenuidad y del mesianismo del texto, es una pena que el Manifiesto no sea de lectura obligada en las escuelas. Es un documento imprescindible para entender el sistema de partidos políticos de los estados actuales así como la situación del s. XIX. La vigencia de su análisis social debe tomarse muy en cuenta pues, aunque el lobo vista a veces piel de cordero, es exactamente el mismo lobo del que hablan Marx y Engels el que controla actualmente el poder social.

Qué cierta sigue siendo la siguiente cita del El Manifiesto: El gobierno moderno es tan sólo un comité que administra los negocios comunes de la clase burguesa.


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