viernes, febrero 22, 2008

Luna

Luna urbana

Mi primera y humilde fotografía astronómica no podía ser otra que la de la Luna vista desde Terrassa, el 21-02-08 sobre las 20:00h (Hora local) tomada con una cámara digital SONY de 4.1 Mega Píxeles y 3x ópticos, sin soporte alguno. Se observan dos cables del tendido eléctrico de Alta Tensión en la parte superior de la imagen. Así es como vemos el cielo desde la ciudad: mal, poco definido y obstruido. Pero, a pesar de todo, sigue siendo maravilloso.

Podemos distinguir muchos accidentes de la geografía lunar, como los llamados mares y algunos cráteres importantes (Tycho y Copernicus).

Siempre que observo la Luna me viene a la cabeza una relación matemática casi obsesiva, que por familiar pasa desapercibida con frecuencia. El Sol y la Luna parecen tener el mismo tamaño en el cielo. Esto es así debido a que el Sol se encuentra 400 veces más alejado que la Luna teniendo también un tamaño 400 veces mayor. Ambas relaciones de tamaño y distancia hacen posible el eclipse solar total, uno de los fenómenos que más ha fascinado y motivado el estudio de la naturaleza, ya fuera desde una actitud religiosa (para predecir castigos divinos) o racional.

Es más correcto hablar de sistema Tierra–Luna que de la Luna como satélite natural. Ambos astros se mueven en relación a su centro de masas -el baricentro-, un punto situado en la línea que los une pero que no está en el centro de la Tierra.

La Luna presenta siempre la misma cara debido al enorme tirón gravitatorio entre ambos astros, lo que provoca que tenga unos 4 km más de radio hacia la cara mostrada a la Tierra que hacia la cara oculta.

Asimismo, el abombamiento de la Tierra afecta a su parte líquida produciendo subidas y bajadas del agua de las costas de manera regular. Esta fuerte influencia mutua gravitacional hace a la Tierra enlentecer su giro de rotación y a la Luna alejarse de ella, a razón de 38 mm/año. Una imagen conocida de este fenómeno es la que resulta de observar a los patinadores artísticos que aumentan su velocidad de giro sobre sí mismos encogiendo los brazos y la frenan extendiéndolos. Se trata de un ejemplo de conservación clásica del Momento Angular L = r x mv, donde L, r y v son las magnitudes vectoriales Momento angular, distancia (al centro de giro) y velocidad, m es el escalar masa y el producto es vectorial.

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